jueves, 25 de junio de 2009

LA VACA

Además de tulipanes, zuecos y quesos Holanda tiene vacas. No hay ningún trocito de campo verde donde no te encuentres con ellas. Son vacas pacíficas, tranquilas, que pasan sus días meditando el significado de sus vidas, rumiando el fresco pasto. Su existencia se les hace más llevadera en verano, cuando pueden disfrutar mejor de la naturaleza fuera del establo, donde tienen que estar una al lado de la otra como gallinas en un ponedero, sin perspectivas más divertidas.

La vaca no es mi animal preferido pero, sin lugar a dudas, no debemos tacharlas de no interesantes, pues lo es y mucho. De una manera u otra estamos todos relacionados con ella. Yo tengo, desde pequeña, noción de su existencia. Aún ronda por mi cabeza el estribillo de una canción que me cantaban para dormir y que, por alguna razón, hacía el efecto contrario :

Tengo una vaca lechera,
no es una vaca cualquiera,
me da leche merengada,
¡ay!, que vaca tan salada,
¡tolón! ¡tolón!

Me intrigaba mucho eso de la leche merengada. Ya conocía la leche en polvo, la leche condensada y la que todos los días traía el lechero a casa, que debía ser hervida antes de beberla. Al enfriarse se formaba una espesa capa de nata grasa. El tener que beber aquella leche, siempre lo he considerado como un signo refinado de tortura infantil.

Pero volvamos a las vacas. Estas tienen el derecho de llamarse así al parir el primer ternero. Ante la necesidad de alimentarlo se pone en marcha el proceso de producción lechera. Lástima para la vaca esta leche no es para el recién nacido, que es alimentado artificialmente, y la leche sigue otros derroteros diferentes. Sin embargo, pienso que las vacas no se sienten muy dolidas en su sentimientos maternales. De sobra es conocido que las vacas felices son las que dan más leche y, que yo sepa, no existe escasez de este producto.

Para los que no esten familiarizados con este simpático animal, les copio una descripción detallada que encontré(1) "Es un mamífero que tiene seis lados, el de la derecha, el de la izquierda, el de arriba, el de abajo, el de la parte de atrás tiene un rabo, del que le cuelga una brocha. Con esta brocha se espanta las moscas, para que no caigan en la leche. La cabeza le sirve para que le salgan los cuernos y además, porque la boca tiene que estar en alguna parte. Los cuernos son para combatir con ellos. Por la parte de abajo tiene la leche. Está equipada para que se le pueda ordeñar. Cuando se le ordeña, la leche viene y no se le va nunca.
El marido de la vaca es el buey. El buey no es mamífero. La vaca no come mucho, pero lo que come lo come dos veces, así que ya tiene bastante. Cuando tiene hambre muge y cuando no dice nada es que está llena de hierba por dentro. Sus patas le llegan hasta el suelo. La vaca tiene el olfato muy desarrollado, por lo que se le puede oler desde lejos".

De este simpático animal hay 274 razas en el mundo. Ademas de las vacas lecheras tenemos, entre otras, las vacas sagradas, las vacas ñatas (Darwin), las vacas marinas, las vacas gordas, las flacas y desde hace cierto tiempo contamos con una más, las vacas locas. En España somos más afortunados. Tenemos la vaca "del aguardiente", que en las fiestas populares de ciertas localidades, se deja "admirar". Y la llamada vaca "de la boda", a la que se le hacía correr para festejar bodas rústicas. También hay que decir que en España, desgraciadamente, las vacas encabezan la lista de los animales en peligro de desaparecer. Sería una verdadera lástima que esto sucediera.

Pilar Moreno

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